viernes, 11 de noviembre de 2016




En la oscuridad de la noche he hablado a solas con esa parte de mí donde se alberga la esperanza de creer que hoy es un día especial, y ha conseguido hacerme ver que, he de ser feliz, porque hoy siempre fue y será un día importante para mi madre. 

Hoy no habrá lágrimas ocultas, hoy me aferraré a esa fuerza mágica que nos hace seguir hacia adelante con dignidad, para prometerme que sustituiré las lágrimas de dolor, por la sonrisa que ella querría ver en mí.