Es el tiempo, lo último en desaparecer, lo primero en llegar con el don de la vida. Lento, inexorable e infinito. Capaz de escapar a la manipulación o a la expropiación. Porque el tiempo es libre.
Porque no obedece a reglas, excepto a las suyas. Es el reloj el que tiene la difícil tarea de cuantificarlo, de ordenarlo, de seguirlo sin poder modificarlo.
El tiempo es lo que es, se acepta, y aunque queramos, siempre se nos escapará de las manos.
Nada tiene el hombre salvo el tiempo, su tiempo, su corta vida.
Nada es más valioso para él. El tiempo del trabajo. El tiempo de descanso. El tiempo de dormir o desaprovechado tiempo. El tiempo de los otros, su tiempo. El tiempo del tiempo.
"Nada tenemos salvo el tiempo, del que goza incluso quien carece de morada"
Baltasar Gracián (El Criticón)
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