sábado, 27 de febrero de 2021

la




Te despiertas con sueño. 
Te levantas desganado.
Poco o nada te interesa lo que digan las noticias.
Los colores se apagan. 
Ahora los grises pintan tu vida.
Tu corazón adormecido.
Tu mirada vaga.
Tu sonrisa apagada.
Entonces te levantas, abres la ventana, dejas que la luz y el aire te atraviesen con su energía. 
Es el momento de seguir, 
la vida te pertenece...


lunes, 7 de diciembre de 2020

El Pasado


Y cuando pase el largo camino de la vida, solo entonces podremos recordar aquello que alcanzamos, lo mucho que dejamos, y todo lo que intentamos. Ese instante será un nuevo recuentro con nosotros mismos, donde no habrá ninguna escapatoria, ni rincón donde escondernos de nuestros propios reproches. La verdad será absoluta y la mentira una patética escusa para esconder los renglones torcidos de nuestra vida, aquellos errores que nos hirieron el alma.

Cuando ese momento llegue, a él nos tendremos que enfrentar a solas, con la única compañía que la madeja de recuerdos borrosos que encierra nuestro pasado. Mirar de frente y no esconderse será difícil, pero no imposible. La soledad se convertirá en un aliado o en la tortura más cruel jamás creada. En ese momento vacío de nuestra existencia que se queda tras una larga vida, no habrá tiempo para la marcha atrás, ni para dudosas rectificaciones, sólo nos quedará asumir lo que hicimos de todo lo que no quisimos hacer.

              Las equivocaciones del presente serán nuestros tormentos en el futuro.






viernes, 15 de junio de 2018

Por Dentro

Soy inquieto y me cuesta reconocerlo.
También desordenado dentro de un orden controlado.
Anhelo tener más horas al día para terminar
los quehaceres que me propongo, y que a veces me ahogan.
Necesito pasear con mi mascota durante la tarde,
cuando el sol se agota y el calor se retira.
Duermo poco porque considero que es perder el tiempo,
menos cuando se descansa y se tiene buenos sueños.
Me gusta creer que se puede, e intentarlo hasta caer rendido.
Escuchar música y transportarme, escuchar música para
recrearme y alegrarme.
Deseo con efervescente pasión enfrentarme cada día
al vértigo que me despierta el papel en blanco, para crear,
para creer, para desatar una imaginación que me arde por dentro.

Necesito adentrarme en el lago donde el amor y la pasión
navegan empujados por la misma brisa de complicidad.
Sueño con viajar, y viajo para conocer otros mundos que enriquezcan
mi jovial espíritu contaminado de occidente.
Y caminar quiero, y no parar hacia el laberinto de la utopía.
Utopía para caminar, utopía para soñar y no parar.
Me renuevo al sentir el palpitar de mi corazón cuando vislumbro la
luna plateada que me atrae inmerso en un flash de reflexión y paz.
Sueño con mejorar en cada nuevo despertar.
Un don, la perseverancia, un defecto, por cuál empiezo…

martes, 13 de febrero de 2018

Leer



                                 El que lee con amor, cultiva sabiduría.

jueves, 13 de abril de 2017

Siempre es Posible.

Nunca digas cómo hay que hacer las cosas,
sino cómo se podrían hacer.
Nunca des consejos, si permaneces sordo a ellos.
Nunca obligues, aconseja.
Nunca te conformes con las metas alcanzadas,
pues estás destinado a dejar de caminar en la vida.
Siempre que digas “nunca”,
será como cerrar una puerta en tu vida.

   

lunes, 9 de enero de 2017

Los trenes

Un tren, dos trenes, tres trenes...


Constantemente pasan a nuestro alrededor trenes con diferentes destinos, con pasajeros de diversa procedencia. Trenes que nos pueden conducir al éxito o al fracaso gracias a una mano invisible que muchos catalogan de suerte, destino, azar…

Los trenes que discurren por diferentes caminos en la vida nos conducen, queramos o no, a la creación de nuestro propio ser como personas, labrando un futuro que en ocasiones no queremos, que no sabemos cómo hemos llegado, que hemos conseguido gracias a la piedra angular de la vida, la perseverancia y el sacrificio, pilares que sostienen los logros.

Coger uno de estos trenes puede convertirse en una gran hazaña, ya que las personas limitan el riesgo y son remisas a dar un giro radical en sus vidas por miedo a lo desconocido, al fracaso. Lo hacen porque saben que hay trenes que están condenados a descarrilar en un desierto de penalidades y dificultades que perjudiquen más nuestra ya perjudicada existencia. Pero también hay otros que llevan a caminos fructíferos. De los dos trenes se aprende, aunque sólo uno premia.

Son muchos, miles, millones los que se aferran a esa parte de su vida que ya conocen enriqueciendo una monotonía que al menos asegura algo de comodidad. Acomodados que han dejado de andar para arrastrarse por el terreno de la indiferencia, sin querer cambiar su rumbo cogiendo un nuevo tren, un nuevo camino que dé un cambio a su vida.

Los trenes no solo nos conducen al final de nuestra vida, también nos abre la puerta a nuevas amigos y enemigos. Personas que tendrán la suficiente fuerza para condicionar nuestra vida, para modificarla, para enriquecerla.

Por esto, y mucho más, nos mostramos reacios a dar giros a nuestras vidas. El miedo a coger un tren con un nuevo rumbo que pueda descarrilar, hace que los humanos muramos como sumisos conformistas, dejando atrás sueños e ilusiones que pudieron ser, pero que no fueron cristalizados. Son esas obligaciones que nos ahogan, el pesimismo, historias de derrotas, la indiferencia, el miedo a la fracaso, el miedo a perder el poco estatus que hemos conseguido, lo que hace que emparedemos nuestros sueños haciéndonos esclavos de nuestros propios miedos.

Pero por encima de todo, los trenes son oportunidades mimetizadas de esperanza e ilusión, con la suficiente fuerza para creer que la vida tiene sentido. En ese momento, en ese preciso instante en el que nos embarcamos en un tren, pese a la incertidumbre, nos coronamos como los hombres y mujeres más valientes del universo. Y además de vivos, sentimos que el mundo por un momento nos pertenece.

El tren que no se coge se marcha para siempre. Vayamos a por nuestros sueños en la vida sin miedo, porque consiguiéndolos o no, de ello siempre habremos aprendido.

viernes, 11 de noviembre de 2016




En la oscuridad de la noche he hablado a solas con esa parte de mí donde se alberga la esperanza de creer que hoy es un día especial, y ha conseguido hacerme ver que, he de ser feliz, porque hoy siempre fue y será un día importante para mi madre. 

Hoy no habrá lágrimas ocultas, hoy me aferraré a esa fuerza mágica que nos hace seguir hacia adelante con dignidad, para prometerme que sustituiré las lágrimas de dolor, por la sonrisa que ella querría ver en mí.