Lejanas imágenes nebulosas sacuden mi memoria al tratar de recordar a aquellos amigos que se han quedado en el camino. Nuestras vidas se separaron por diversos motivos, quizás convenientes, quizás necesarios.
De todos ellos, siempre me quedará algo, y ese algo será positivo.
No puedo sino recordarles con nostalgia, preguntándome qué pasaría si ahora los tuviera a mi lado. Si el destino ha querido que sea así, pues que así sea. Amigos que se fueron y amigos que regresan, siempre bienvenidos.
Amigos que aparecen, nuevos amigos, capaces de aportar y ayudar, dispuestos a compartir.